Allhelgonahelgen 2022

Como cada año Suecia celebra el primer sábado de noviembre el Allhelgonahelgen donde cientos de personas en este caso van al cementerio de Skogskyrkogården, un cementerio protegido por la Unesco y que está al sur de Estocolmo, para expresar su respeto a sus difuntos.

Después de 12 años en Suecia he ido por primera vez y aquí te pongo alguna de las fotos que he hecho con la Sony ZV-E10. Espero que te gusten.

Comparte en:

«Respeta mi tradición… la que a mí me de en gana»

Hace unos días leyendo un hilo en Twitter de un periodista americano que reside en Suecia donde hablaba de la doble moral del nacionalista sueco de extrema derecha me hizo que pensar, no sólo en el modo que tiene Suecia de respetar o exigir sus tradiciones a los inmigrantes sino en lo que creemos que son nuestras tradiciones.

En el hilo se hace eco de la «suelización» o el «resurgimiento de la cultura sueca» por parte de la extrema derecha, de los Sverige Demokraterna (Demócratas Suecos, el partido de la extrema derecha), pero ¿de qué cultura sueca hablan cuando los suecos son los primeros que abrazan las tradiciones yankees? celebran Halloween, compran como locos en el black friday, comen en franquicias americanas, en la televisión priman los programas o adaptaciones de shows norteamericanos, los cines están copados de producciones de Hollywood y así un largo etcétera.

Mucho se quejan de que los inmigrantes hacen desaparecer la cultura y el idioma sueco pero no hacen nada con esta «americanización», es más, la abrazan sin pensarlo, donde al final te das cuenta que el problema no son los inmigrantes sino con el cheque que llevan bajo el brazo.

Este pensamiento también lo podemos trasladar a España así cómo en gran parte del mundo occidental.

Vivimos ahogados en una neblina cultural norteamericana y no digo que esté mal, sino que lo malo es cuando la extrema derecha lanza sus soflamas proteccionistas cuando son los primeros que adoptan culturas ajenas sin inmutarse.

Comparte en:

Aroy Mak! el libro definitivo de gastronomía tailandesa

Tengo el honor de presentaros un libro que hace pocos días autopubliqué junto con mi marido tailandés Ruksapanin Buabna (también conocido como Chat).

El libro aunque está redactado por un servidor cuenta con la experiencia y conocimiento de Chat en la cultura y gastronomía de Tailandia.

El libro está a día de hoy en estas plataformas:

AMAZON:

Kindle (digital) / Tapa blanda: https://www.amazon.es/dp/B0BK2B5MFN
Tapa dura: https://www.amazon.es/dp/B0BK6J2X5R

Apple Books:

Digital: https://books.apple.com/es/book/aroy-mak-cocina-aut%C3%A9ntica-thai/id6443784101

Y ahora que se acercan las navidades, puede ser un buen regalo!.

Si lo has comprado ya te doy las gracias y si lo vas a hacer, tambien!

Comparte en:

Dándole al blog un empuje (y desmarcándome de Twitter)

Aunque no es algo que se me acabe de ocurrir, el dejar las redes sociales y centrarme en el blog aportándole más contenido, sí que es verdad que con los cambios recientes de Twitter creo que va siendo hora de darle a mi blog un empuje, dejando para la red social del pajarito la notificación de las nuevas entradas y poco más.

Y es que siendo sinceros, quien te sigue de verdad, quien tiene interés por lo que haces ya lo hace o con el podcast, o con el canal de YouTube, Twitch o incluso el blog y Twitter cada vez más se va dejando de lado o al menos es lo que me parece a mí.

Recuerdo que en mis inicios en Twitter, la red social era un lugar de descubrimiento, de compartir conocimiento, hacer consultas y estar en contacto con gente afín a tus intereses. Es verdad que alguna vez había debates encendidos pero eran sobre temas que al día siguiente quedaban olvidados. En cambio hoy en día es en muchas ocasiones una olla presión donde es raro el día o mejor dicho la hora o minuto que no te pone del mal humor y francamente, creo que ya he tenido suficiente.

Luego está el tema de comunicación, antes era fácil llegar, era fácil comunicar tu nuevo podcast, entrada del blog, tu nueva canción o tu nuevo libro, ahora es una carrera de obstáculos para ser el que más ruido hace para llevarse la atención del público, algo que me consume mucha energía.

Es por todo eso que le voy a dar un empuje a este blog, mi espacio, mi parcela y mi lugar seguro, donde sólo tengo que lidiar conmigo mismo.

Quien quiera saber de mí, aquí estoy y aquí estaré, al menos hasta que siga pagando el dominio y el hosting. 😉

Comparte en:

Gay y de derechas en España

Quizás para más de uno ser de derechas y ser gay o LGBTIQ+ es incompatible, quizás, pero en muchos países no es así, sin ir más lejos Suecia o Reino Unido fueron sus partidos de derecha los que aprobaron leyes de matrimonio igualitario. Pero ¿qué pasa en España?

España vive en un paradigma un tanto especial ya que la derecha tradicional española proviene del franquismo, un régimen fascista ultra católico que persiguió, detuvo, torturó, secuestró e incluso asesinó a gays, lesbianas, transexuales, bisexuales, lo fueran verdaderamente o lo parecieran.

Desde el cambio de régimen (y no de la caída del régimen porque el poder siguió estando mayoritariamente en las mismas manos), la derecha aun sigue vanagloriando esos tiempos pasados, incluso un joven partido que prefiero no mencionar pero que su color es el verde, usa como mayor reclamo consignas franquistas, imposibles de ver en países donde el fascismo fue derrotado, cómo por ejemplo Alemania.

¿Y qué pasa con el colectivo LGBTIQ+? ¿Cómo se puede sentir representado políticamente en España? mayoritariamente por la izquierda y en menor medida por la derecha. Todo depende de las «lineas rojas» que tengamos.

Los derechos LGTBIQ+ son derechos humanos

Si vives en España y sales de tus fronteras y te fijas en países con un bagaje más democrático y laico que España, te darás cuenta que los derechos del colectivo están tanto a la derecha como a la izquierda porque son básicamente derechos humanos.

Ser de derechas en España representa mucho más que ser liberal en lo económico, representa también ser católico, seguir con el modelo patriarcal y ser un ferviente nacionalista. En cambio en muchos países europeos sólo representa un modelo económico y social alejado de los sentimientos religiosos, sexuales o incluso nacionales, dejando a estos en la libre decisión del votante y respetándolo cómo parte de esos derechos humanos.

Lineas rojas

Votar en España se ha convertido mayoritariamente en ser hincha de un partido, en un sujeto que vota incondicionalmente a las siglas que simpatiza donde las lineas rojas están donde empieza la ideología del partido contrario. Muchas veces se dejan de lado los derechos humanos sólo por seguir siendo hincha del partido al cual se vota, muchas veces con una pinza en la nariz, haciendo que todo se perpetúe sin opción al cambio, a una evolución o modernización de los ideales.

Es por eso que en 2022 aun hay en España partidos que siguen sin pedir perdón a las vejaciones que sufrió el colectivo e incluso algunos se atreven en amenazar en recortar nuestros derechos humanos y a pesar de eso muchos gays, lesbianas o transexuales les dan apoyo porque consideran que sus lineas rojas no están en los derechos humanos sino en no pertenecer al partido contrario.

Hubo esperanza

Hace unos años surgió un nuevo partido en España, con una ideología no muy definida pero que con el tiempo podría haber sido una alternativa a esa derecha arcaica y retrógrada, se llamaban Ciudadanos pero todo quedó en un «quiero y no puedo», debido principalmente a las prisas por conseguir poder. En vez de formar una base sólida con unos ideales europeos prefirieron ensuciarse con premisas del siglo pasado sólo por conseguir y arañar votos, cosa que consiguieron durante un tiempo pero que cuando la gente se dio cuenta que eran lo mismo, prefirieron votar a los partidos «auténticos».

Hubo esperanza y creo que aun la hay, quizás con nuevas siglas, con un «Nuevos Ciudadanos», una estrategia que el partido Moderado sueco hizo hace unos años tras cargar a sus espaldas varios casos de corrupción, una forma de marcar un antes y un después, pero quizás en España hay demasiado orgullo cómo para aceptar los propios errores.

Izquierda: Robando el colectivo LGBTIQ+

Si la derecha española es abiertamente homofóbica por sus orígenes, la izquierda lo que ha hecho ha sido robar y secuestrar los ideales del movimiento LGBTIQ+ y eso desde mi punto de vista es un error porque es comprensible que haya gente homosexual de derechas que no se sienta identificada con el colectivo, sólo hace falta salir de España para darse cuenta.

En mi primer sobremesa entre un gay de derechas y un gay de izquierdas suecos mi cerebro explotó, desde siempre me habían hecho creer que ser gay es ser de izquierdas y eso no es así, nada tiene que ver una orientación sexual con el modelo económico de un país.

Maduremos nuestros ideales

Superemos esas ideas que la izquierda española nos ha enseñado por su propio beneficio y entendamos que pueda existir una derecha LGBTIQ+ y respetémosla, pero por otro lado si te sientes de derechas exige a tu partido a que modernice sus ideales y si no lo hace ¿por qué no crear un nuevo partido?.

España está falto de un partido de derechas europeo: animalista, verde, alejado de la religión y de ideales franquistas/fascistas y se centre en su modelo social y económico primando ante todo los derechos humanos. Hasta que eso no pase, España seguirá siendo un país de charanga y pandereta tal y como decía Antonio Machado.

Comparte en:

Relato corto: «Lentillas»

Fue cruzar la puerta y sentirse aliviado, respirar tranquilo de miradas insidiosas, de insultos e incluso de tener que correr por miedo a ser agredido.

– Marcos, sí que has llegado temprano, ¿no era tu día de toros? – dijo Óscar sentado en una butaca mientras se estaba tomando un té.

– Perdona, siento no haberte avisado antes pero he tenido la suerte de librarme de ellos. – dijo mientras colgaba su abrigo en una de las perchas vacías que colgaba de un largo perchero lleno de abrigos de todo tipo, forma y color. – dame un minuto que voy a quitarme las lentillas.

– Ya me dirás cómo te has librado pero tranquilo, no hay prisa – dijo Óscar mientras sacaba cómo cada miércoles un tablero de ajedrez de la estantería que tenía a su lado.

A pesar de estar en un lugar seguro, ver el baño vacío le tranquilizó para así poderse quitar esas molestas lentillas de color castaño oscuro.

Comparte en:
Continue reading