Si has seguido mi trayectoria, sabrás que soy una persona inquieta, involucrada en diversos proyectos como vídeos, música, podcasts, relatos cortos, mis canales de YouTube, redes sociales, entre otros, además de mi trabajo y mi familia. He estado constantemente buscando mejorar en cada aspecto de mi vida. Sin embargo, he llegado a un punto en el que estas ansias creativas han afectado mi salud mental. Me encontraba obsesionado con las estadísticas, las interacciones prácticamente las 24 horas, lo cual ha afectado mis horas de sueño debido al estrés de evaluar constantemente la eficiencia de lo que hago, olvidándome de lo más importante: DISFRUTAR.
He pasado de disfrutar de lo que hago a aborrecerlo, y esto no está bien. Es el momento de poner el freno y hacer lo que realmente me haga disfrutar, sin importar cuántas visitas, descargas e interacciones tenga.
Resulta curioso observar que últimamente veo a mi alrededor a otros creadores a los que sigo abandonar sus canales por la misma razón: se han quemado.
En mi caso, seguiré creando, pero con una única premisa: disfrutar de lo que hago. Sin fechas de entrega y sin esperar nada a cambio.
Quizás tenga que ser un poco más egoísta, ya que mi experiencia me ha demostrado que muchos creadores de contenido solo miran para sí mismos. Sabes que nunca he escatimado en recomendar otros podcasts, por ejemplo. En cambio, esos creadores nunca han devuelto el cumplido y luego dan lecciones de humildad cuando nunca la han practicado. Eso no significa que deje de recomendar, ayudar y apoyar a otros creadores, si lo hiciera perdería mi esencia, pero voy a ser más cuidadoso apoyando más a creadores que enriquecen a la comunidad en vez de aquellos que sólo se enriquecen a si mismos.
En resumen, los cambios ya están en marcha. Voy a seguir creando, no por las estadísticas ni las interacciones, sino por el puro disfrute de hacerlo. Esto no significa que no agradezca tu apoyo, tu opinión o tu comentario; eso es como la gasolina para un creador. Pero al menos, la energía para crear debe venir de mí y no depender exclusivamente de factores externos.