Una de las preguntas que nos hacemos desde que tenemos conciencia de nosotros mismos es ¿qué sentido tiene nuestra vida?, en esta entrada del blog os contaré si tiene o no sentido y si lo tiene, cuál es.

¿Qué es la vida? según la definición del diccionario es la RAE, vida es el «Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o un vegetal hasta su muerte.», pero más allá de esa definición y englobando todo tipo de vida pasada, presente y futura, ¿qué es la vida?, para mí es la agrupación y evolución de elementos químicos que forman un ser complejo que se adapta, desarrolla y reproduce y que cuando esa agrupación se rompe, esa vida se extingue. Algunas de estas agrupaciones han dado lugar a un sistema central (cerebro) que controla que todos los diversos elementos que forman parte de ese ser trabajen de forma conjunta para así otorgar una ventaja evolutiva al resto de seres vivientes. De entre esas formas de vida con sistema central unas han desarrollado una nueva ventaja evolutiva en forma de inteligencia y de conciencia. Aquí nos podríamos poner nosotros, los humanos.

Somos un amasijo de elementos químicos colocados de forma concreta y que nos hacen sentir cómo un ser único, somos la evolución del big bang, de esa sopa primigenia donde no sólo compartimos un espacio/tiempo sino que también provenimos de la misma materia.

Nosotros y una piedra tenemos mucho más en común de lo que nos imaginamos. Nuestra materia tuvo la suerte de provenir quizás de un fortuita y aleatoria ordenación de ciertos elementos químicos que a lo largo de miles de millones de años ha dado nuestro ser y nuestra conciencia.

Es más, yo diría que no existe el azar y esa aleatoriedad sea sólo una ilusión, ya que siguiendo los patrones de nuestro universo, la física que nos rodea, la historia de nuestro universo se puede simular y si se puede simular se pueden hacer previsiones de un futuro.

Pero no nos vayamos de tema, volvamos a nuestro universo. Si todo sigue cómo los físicos teóricos predicen, el final de nuestro universo será la oscuridad absoluta.

Si nuestro final es que todo desaparezca, ¿qué sentido tiene la vida?.

Y si todo va a terminar en la nada, ¿qué hacemos aquí? podemos hacer dos cosas, una es vivir nuestra existencia cómo mejor podamos, buscando la felicidad que no es ni más ni menos que chutes químicos en nuestro cerebro, pero si todos viviéramos esa vida, aún seguiríamos saltando de árbol en árbol, pero la realidad es muy diferente, ¿por qué?, porque hay gente que a parte de buscar la felicidad ha decidido añadir un nuevo reto a su vida, la búsqueda del conocimiento, buscando respuestas de lo que nos rodea, desentrañando los misterios de nuestro universo y buscándole un porqué no sólo a la vida sino a la existencia en sí de la materia, pero para eso se requiere un trabajo en equipo donde cada persona forma parte de ese engranaje, todos formamos parte de ello, desde el campesino que ara su tierra hasta el científico que mira las estrellas, pasando por el que escribe en un blog haciendo despertar conceptos, ideas o situaciones que el lector no hubiera imaginado.

Y una vez que descubramos el porqué de la vida ¿qué sentido tendrá si tarde o temprano todo se va a apagar?

Si todo va a desvanecer podríamos pensar que la vida no tiene sentido, pero eso no lo vamos a ver, al menos los que leamos esta entrada en el blog, es por eso que el sentido de la vida debemos de aplicarlo a nuestro día a día, todos tenemos un final, cada uno tiene su final de su propio universo, así que ¿cuál es el sentido de la vida mientras estamos vimos? el sentido de la vida es la felicidad y proveer de felicidad a los que se quedan cuando nosotros nos vamos, sean nuestros hijos, hermanos, padres o incluso nuestro vecino, un refugiado en un país al otro lado del planeta o nuestra mascota, porque de inicio a fin todos estamos metidos en el mismo barco compartiendo la misma materia con la que se ha construido nuestro universo.

La vida es como una carrera obligada de relevos, donde el testigo es nuestra experiencia, conocimiento y nuestro amor. Quien recoge el testigo no son forzosamente nuestros descendiente, podrías ser tú mi querido lector, ya con el simple hecho de leer esta entrada formas parte de este relevo. (esto daría para otro post que me lo apunto para una próxima entrada).