Quizás sea precipitado pero nunca es tarde para soltar la imaginación y pensar qué cambiará después de esta pandemia.
Me gustaría pensar que la investigación científica seguirá buscando la forma de acabar con virus y bacterias que nos acechan continuamente, que gracias a todos los avances de estos meses se encuentren nuevas formas, protocolos y procedimientos para avanzar en un mejor entendimiento de patógenos y acabar con otras pandemias fuertemente estigmatizadas.
Quiero pensar que seremos más respetuosos con el medio ambiente, con el aire que respiramos, el agua que bebemos y con la fauna que nos rodea. Al fin y al cabo es nuestro único hogar.
Quiero imaginar un turismo más respetuoso, sin aglomeraciones y más equitativo.
Nuestros excesos tarde o temprano se pagan: sobre explotación animal, recursos naturales, guerras y un sinfín de excesos que lastran a toda la humanidad.
Sé que es mucho pedir, pero espero que gracias a esto aprendamos a ser más humildes.