La extinta comunidad podcaster

Desde los albores del 2005, hace más de 18 años, me sumergí en el mundo del podcasting. En aquel entonces, en España, los podcasters se podían contar con los dedos de una mano (de Homer Simpson).

El tiempo ha volado y durante casi dos décadas, hemos pasado de que prácticamente nadie supiera lo que era un podcast, a que sea extraño no encontrar entre tus amistades a alguien que esté involucrado en la creación o colaboración en alguno.

Pero, ¿es el podcasting de hoy el mismo que el de antaño? En su mayoría, no lo es. En los últimos años, especialmente tras la pandemia, hemos sido testigos de una profesionalización del medio, que trasciende fronteras y se refleja no solo en España, sino a nivel global.

El cambio más palpable radica en la transición de un modelo de podcasting abierto a uno más cerrado y exclusivo, además de un cambio de enfoque colaborativo a uno más individualista. Algunos podrían incluso decir que el podcasting ha asumido rasgos del modelo radiofónico, adoptando tanto lo positivo como lo negativo de esta influencia.

La profesionalización del podcasting es innegable y ha brindado ventajas notables como mayor calidad, diversidad y la democratización del medio. Sin embargo, este proceso de búsqueda de monetización ha traído consigo la disolución de la comunidad original que floreció en los inicios. En lugar de la camaradería que caracterizó los primeros tiempos, se ha instaurado un ambiente de competencia, donde los podcasters luchan por su propio éxito, a menudo descuidando la colaboración y el apoyo mutuo.

Un aspecto negativo adicional que ha surgido es la creciente sobreexplotación del medio. Ha habido un cambio de crear podcasts por pura pasión a hacerlo con fines lucrativos, invitando a celebridades que, en muchos casos, carecen de conocimiento sobre el podcasting, con el único objetivo de que la audiencia pague por acceder al contenido exclusivo en determinadas plataformas. Esto se complica aún más al considerar a ciertos «gurús» del podcasting que, paradójicamente, criticaron la esencia del medio en sus comienzos, pero ahora se presentan como sus abanderados, o peor aún, aquellos que intentan reescribir la historia del podcasting en España, autoproclamándose como los únicos conocedores verdaderos del medio.

Es importante reflexionar sobre la esencia del podcasting. Según el creador del término, Adam Curry, «un podcast es un programa multimedia al que puedes suscribirte y reproducir en cualquier dispositivo o aplicación compatible. No puede considerarse un podcast si no está disponible para una aplicación de podcast basada en RSS». Estas palabras recuerdan la verdadera naturaleza de la plataforma, independientemente de cómo se le llame.

La nostalgia por la comunidad solidaria de los primeros días es comprensible. La colaboración, tutoriales, intercambios y proyectos conjuntos crearon una base sólida. A pesar de que algunas iniciativas han desaparecido o se han desviado hacia el individualismo, todavía hay ejemplos inspiradores de apoyo a podcasts amateurs, donde la creación y disfrute son los principales motores, como lo demuestra el podcast «Los últimos de Feedlipinas».

En resumen, el podcasting ha evolucionado significativamente. Aunque los cambios han sido profundos, el corazón de esta forma de expresión persiste. Pese a las barreras que puedan surgir, siempre habrá apasionados dispuestos a crear podcasts por amor al arte, sin preocuparse por la monetización ni la fama.

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Relato corto: Wifi gratis

Eran pocas las veces que la familia se reunía para hacer alguna actividad en común, e ir a visitar a la abuela era una de ellas.

Marcos, el padre de familia, iba conduciendo como siempre. Olga, su mujer, iba sentada en el asiento del copiloto, también como siempre cuando hacían actividades familiares. Detrás estaban Daniel y Sandra, los hijos de la pareja, de 5 y 15 años respectivamente.

La estampa no podía ser más típica de una salida familiar sacada de una película de mediodía americana.

– Mamá, ¿falta mucho? – preguntó Daniel.
– Aún falta un poquito – respondió Marcos.
– ¡Tengo que hacer pipí!

Olga se giró para mirar a su hijo.

– Cariño, ¿puedes aguantar un poquito más? – preguntó su madre con una cálida sonrisa.
– No mamá. – Respondió Daniel apretando fuertemente su entrepierna con su puño.

Olga suspiró.

– Será mejor que paremos pronto. – dijo Olga mientras miraba el mapa en su teléfono.
– Hay una área de servicio a unos kilómetros de aquí.
– Sí, la estoy viendo, pero creo que no llegaremos a tiempo. – dijo Olga. Dejó su teléfono en el hueco central del coche junto al teléfono de su marido. – Hay una salida de servicio – dijo señalando una salida situada a unos 300 metros, donde un camino transitaba en paralelo a la autovía.
– Ahí no hay nada. Será mejor ir al área de servicio.
– No llegamos a tiempo, sal aquí. – Olga se giró hacia su hijo. – Ahora paramos, un minuto cariño.

El coche salió de la autovía. El camino de servicio transcurría unos 500 metros de forma paralela. A mitad de camino había un edificio de una sola planta pintado de un gris oscuro con unas letras luminosas que sobresalían por la parte superior con una tipografía inglesa y la palabra “Heaven”.

Mientras el coche se acercaba, se podía ver que las ventanas estaban pintadas de negro y unos 5 coches estaban aparcados en el lateral del edificio de tal forma que desde la autovía no se podían ver.

Sandra dejó de jugar con su teléfono al notar que el coche reducía la marcha.

– ¿Ya hemos llegado? – Preguntó mirando a su alrededor.
– Aún no. Tu hermano tiene que ir al baño. – dijo su madre. – Estaciona un poco más adelante. – señaló a su marido.

El camino de servicio estaba en bastante mal estado y Marcos tuvo que casi detener el coche para sortear un agujero situado al lado de la entrada del edificio. En ese momento, Olga, Dani y Sandra observaron detenidamente su entrada. La puerta estaba pintada de negro y a un lado había un letrero donde se podía leer: “Reservado el derecho de admisión. Wifi gratis, pregunte por la contraseña”.

– Mamá, ¿eso es un…? – Preguntó Sandra.
– Sí, lo es. – respondió su madre antes de que terminara de hacer la pregunta.

Sandra apartó a su hermano de la ventana y con su teléfono le hizo una foto al edificio. Mientras el coche se dirigía a una pequeña explanada detrás del edificio, rodeada por un puñado de árboles, la hija mayor escribía una entrada con la foto adjunta que había tomado.

El coche aparcó.

– Ya voy yo. – dijo Marcos mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad. Olga asintió.

Salió del coche y abriendo la puerta trasera derecha, cogió a su hijo en brazos y se dirigió hacia los árboles para que su hijo hiciera sus necesidades.

Sandra terminó de escribir su entrada y pulsó el botón de enviar, pero a los pocos segundos le salió una advertencia diciendo que no había sido posible publicarla debido a que no había conexión a internet.

– Mamá, ¿tienes internet? – preguntó Sandra mientras seguía pulsando el botón.

Olga cogió su teléfono. – No, hija, no hay internet.

Mientras ella miraba cómo su marido ayudaba a su hijo, dejó de nuevo su teléfono al lado del teléfono de su marido. En ese momento sonó una advertencia de haber recibido un correo electrónico. Olga y Sandra se miraron sorprendidas.

Olga cogió de nuevo su teléfono, miró su pantalla y, aparte de no haber ninguna advertencia, seguía marcando sin cobertura. Dejó su teléfono encima de su pierna y cogió el teléfono de su marido. Miró la pantalla y vio que tenía un aviso de un correo electrónico recién recibido con la señal wifi activada.


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Viajando al Futuro Marítimo: Abordo del Primer Barco Autónomo del Mundo en Estocolmo

NAVEGA A 360º: https://www.youtube.com/watch?v=d1svXkdBVAE

Zeam es el operador de la primera transbordadora de pasajeros autónoma comercial del mundo. Su misión es conectar los distritos de Kungsholmen y Södermalm en Estocolmo, permitiendo a las personas transportarse rápidamente, cómodamente y de manera respetuosa con el medio ambiente. Desde el 12 de junio, el ferry está abierto al público.

La transbordadora es eléctrica y completamente libre de emisiones, ya que se carga principalmente a través de paneles solares en el techo. Ofrece un servicio frecuente, con salidas cada 20 minutos desde ambos lados del viaje. Las horas de operación varían según el día de la semana, y se espera aumentar la frecuencia de salidas hasta cuatro por hora en cada dirección.

El viaje en el ferry autónomo es una experiencia relajante, ya que se desplaza silenciosamente por Riddarfjärden, alejándose del ruido de la ciudad. Además, el ferry cuenta con una operadora de seguridad a bordo, lo que garantiza un control seguro y confiable, a pesar de ser autónomo.

Zeam tiene como objetivo crear un concepto de movilidad ambiental y económicamente sostenible en entornos urbanos, permitiendo una mayor fluidez en la vida urbana. El desarrollo de esta tecnología autónoma se realizó en colaboración con Zeabuz, una empresa líder en tecnología autónoma para el sector marítimo.

La historia de Zeam comenzó en la Norwegian University of Science and Technology (NTNU) en Trondheim, donde se desarrolló el primer prototipo llamado MilliAmpere en 2017. Posteriormente, Zeabuz fue fundada en 2019 para seguir desarrollando y comercializando la tecnología autónoma. Con el tiempo, Zeabuz se asoció con Torghatten, una compañía naviera noruega, para avanzar en el proyecto. La marca Zeam fue creada por Torghatten para representar este nuevo concepto de movilidad con transbordadores autónomos y eléctricos en entornos urbanos.

Zeam es un avance significativo hacia una movilidad urbana más sostenible y eficiente, aprovechando la energía limpia y la tecnología autónoma para conectar comunidades separadas por el agua en ciudades.

Más información: https://zeam.se/

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De Final Cut Pro a DaVinci Resolve: Mi viaje hacia una nueva experiencia de edición

En este emocionante video, quiero compartir con ustedes mi historia de por qué decidí hacer el cambio de Final Cut Pro a DaVinci Resolve. Durante años, he sido un apasionado editor de videos y he utilizado Final Cut Pro como mi principal herramienta de edición. Sin embargo, recientemente me encontré con DaVinci Resolve y quedé impresionado por su potencial y versatilidad.

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