Uno de los juegos de lógica que más me marcaron de pequeño eran aquellos que te dibujaban un cuadrado y tenías que pintar algo con unas limitaciones (sin levantar el bolígrafo o con un número limitado de lineas) pero cuya solución era imposible si seguías dentro de ese cuadrado.
Cuando te contaban la solución y veías que ese cuadrado te había limitado para encontrar la respuesta sentía cierta frustración: “¿cómo era posible que cuatro trazos no me hubiera permitido ver más allá?” En ningún momento te decían que no podías usar el espacio exterior pero tu mente al ver esa figura geométrica se empecinaba que la solución debería de estar en el centro. Pero no.
A lo lago de los años luego te das cuenta que ese juego es una analogía de nuestra vida, vivimos marcados y vemos los problemas dentro del cuadrado imaginario que tenemos cada uno, y no estoy hablando de normas sociales sino de nuestros límites mentales para encontrar soluciones o ver los que nos rodea desde un punto de vista que nos permita ver con más amplitud la realidad.
Este cuadro mental lo forman nuestros prejuicios, miedos y experiencia tanto a nivel personal cómo en relación con otras personas, pero no por eso es un reflejo de la realidad sino de la interpretación que hacemos nosotros de la vida.
Salir de ese cuadro es salir de nuestros prejuicios, es aprender y encontrar nuevas formas para afrontar la vida, fuera de ese cuadro se encuentra la creatividad.
No es fácil salir de ese espacio personal, hemos vivido siempre así y nos da cierto nivel de confort, pero en el fondo son limitaciones, romper esas barreras no sólo nos permitirá ver cosas que nunca vimos antes sino que nos hará libres para entender y afrontar problemas de una forma más sana y llevadera.
No quiero que nadie confunda salir del cuadro con desinhibirse. Mientras que desinhibirse la gente lo puede conseguir con el consumo de substancias como el alcohol y esa sensación de libertad es temporal, salir del cuadro consiste en una meditación y en una atención plena de nuestra vida, encontrar nuestros límites y temores y salir de ellos de una forma consciente.